CORTESIA DE RAMÓN RUIZ
Si viviste de niño en los años 60, 70 o principios de los 80....¿Cómo hiciste para sobrevivir?
De niños andábamos en autos que no tenían cinturones de seguridad, ni bolsas de aire, ni cauchos radiales, ni frenos ABS......y nos gustaba acostarnos en el espacio entre el asiento y el vidrio trasero.
Nuestras cunas estaban pintadas con colores brillantes de pintura a base de plomo, y las barandas se bajaban de repente y....nos íbamos de trompa.
No teníamos tapas con seguro para niños en las botellas de mistolin, ni en los potes de medicina,......gabinetes con puertas???,......no joda la cortina de cuadritos o floriá debajo del lavadero es lo que me acuerdo.
Cuando montábamos bicicleta no usábamos casco, ni rodilleras, ni guantes, ni lycras; lo que nos poníamos era mertiolate y curitas en las llagas que ya teníamos de la semana pasada, y si el pantalón nos lo agarraba la cadena???.....pa’l suelo y tremendo coñazo.
Tomábamos agua de chorro de la manguera del jardín y no una botella de agua mineral.
Gastábamos horas y horas construyendo patinetas de rolineras y nos agilábamos pa’ la bajá más arrecha de la urbanización, o pa’ la acera del cerro pa’ tirarnos desde arriba; en la mitad nos acordábamos de que esa mierda no tenía frenos.
Salíamos a jugar “ladrón y policía” (con pistolas de plástico o de palo), también jugábamos “guatácalo”, “paralizao”,”fusilao”,”trompo”,”picha”(con pasadera o sin pasadera) con la única condición de regresar antes del anochecer, si no nos caían a coñazo limpio.
El colegio duraba hasta el mediodía, llegábamos a casa a almorzar y pa’ la calle otra vez. No teníamos celular....así que nadie sabía donde coño estábamos, pero nos pegaban un grito y salíamos corriendo pa’la casa.
Compartíamos un “fresco” entre cuatro...tomando todos de la misma botella y nadie le paraba bolas...a nadie le daba bronquitis por esa guevoná
Salíamos en la bicicleta o caminábamos hasta la casa del amigo, y sin pararle bolas a nadie sencillamente sin tocar la puerta y allí estaba tu pana y salíamos a jugar.
Ahí, afuera!, ¡En el mundo cruel sin un guardián!, ¿Cómo hacíamos?. Jugábamos pelota con chapita e’ refresco y un palo de escoba, o con pelota de tenis y hacíamos un guante de cartón de jugo, o pelota e’ goma a mano pelá, y si en alguno de los equipos que se formaban para jugar un partido no todos llegaban a jugar, no pasaba ningún desencanto y nadie se traumatizaba por eso.
Algunos estudiantes no eran tan brillantes como otros y cuando perdían el año lo repetían. Nadie iba al psicólogo, al psicopedagogo, nadie tenía dislexia, ni problemas de atención, ni hiperactividad, simplemente repetía por guevón y tenía una segunda oportunidad.
Teníamos libertad, fracasos, éxitos, responsabilidades...y aprendimos a manejarlos, a punta e’ coñazos...pero aprendimos.
Seguro dirán que éramos unos gallos aburridos pero..... nada que ver....
¡¡ FUIMOS UNOS CARAJITOS SUPERFELICES!!
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